martes, 18 de agosto de 2009

Breve historia sobre la amistad.


Cuando abrió la puerta sus ojos creyeron ver un espejismo. Hacía años que había decidido no soñar con ese momento. Pero allí estaba ella. Aunque por su piel había pasado el imperdonable paso de la existencia, en sus ojos aún se reflejaba la chispa de antaño, la mirada de aquella pequeña revoltosa e inquieta. En su menteresonaron las últimas palabras pronunciadas por aquella niña ya adolescente:

“Por mucho que pase el tiempo, nuestras almas estarán unidas. Por muy lejos que estemos, miraremos el mismo cielo. Por muchas estaciones que se marchiten, siempre durará nuestra amistad.”

Cecilia había vuelto, con el rostro surcado de arrugas y elcabello plateado; pero era ella después de todo.

-Te he buscado durante años- dijo con su melódica voz, algo áspera por el paso del tiempo.- He de decir que no me ha sido nada fácil encontrarte,como si quisieras que nadie llegara hasta aquí.

Silencio.

-Quizás porque hace tiempo perdí el contacto con el mundo. Después de tu marcha no quise volver a perder a nadie más.

-Sé que fue duro, no tenía más que ponerme en tu lugar. Si hubieses sido tú quien se hubiera ido, seguramente hubiera pasado por lo mismo. Pero no te merecías esto. Tenías que vivir tu vida, hacer nuevas amistades,enamorarte, tener hijos, ir a fiestas…

-Bueno, he tenido varios perros, ¡ah! Y amantes ocasionales.

-Vamos, no me vengas con esas, todos necesitamos calor humano, pero algo más profundo.- respondió Cecilia.

Rostro ensombrecido.

-Eras mi vida, y te fuiste demasiado lejos. Si al menos hubiera podido hablar contigo en alguna ocasión quizás las cosas hubieran sidode otro modo.

-Pues ahora estoy aquí, pero te has perdido demasiadas cosas que no podrás recuperar a estas alturas. –reprendió ella con un brillo extrañoen la mirada.

- No me importa Cecilia, como tú has dicho ahora estás aquí,pero ni siquiera puedo abrazarte.

-Oh! Claro que puedes, he venido a por ti.

-¿Quieres decir…?

-Sí, me han mandado a buscarte, por eso te he encontrado.

-Dime, ¿por qué han pasado los años por ti?

-Al lugar al que vamos los años pasan igual, hasta que undía de repente vuelves a nacer, es un ciclo que se repite ¿sabes? Volveremos a encontrarnos pero en otro lugar y otra apariencia. Aunque claro está, no recordaremos nada de esto. – contestó Cecilia.

Violeta, en un impulso, abrazó a su antigua compañera. No podía creer que aquello estuviera pasando. Aquello que su corazón había deseado tan fervientemente, pero que nunca tuvo el valor de hacer por aquello del pecado y el castigo de Dios. El miedo de no volver a verla nunca jamás.

Cecilia cogió su mano y juntas caminaron hacia el ocaso del sol en aquella tarde de verano.

2 comentarios:

  1. Maria!!!bonito blog!!!:-),k tal todo?¿

    Un Beso!!

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  2. Maria!!!hay k darle vida al blog!!mas entradas!!!!jajaja,pues yo bien mas o meno estuve trabajando tdo el verano asik pco disfrute...

    Besos!!!

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